27 oct 2008

Docentes y estudiantes, todos a la calle con un mismo objetivo

La semana pasada, el martes, no hubo clases en el colegio y hace ya varias semanas que se vienen escuchando por la tele, la radio y los diarios cosas sobre la protesta de los docentes de capital. Es hora de que esto también sea oído y discutido dentro del colegio.

“El señor Macri dice que no quiere más paros porque le interesa la educación, y que no se pierdan mas clases. Si realmente le preocupan nuestros niños, ¿por qué no viene a las escuelas carenciadas a ver cómo se amontonan 60 niños en un aula, cómo las ventanas están rotas y la calefacción no anda, cómo hay un solo psicopedagogo por distrito escolar (1 cada 20 escuelas)? ¿Por qué Macri no viene a ver cómo los niños no pueden aprender porque tienen hambre, y cómo los maestros tenemos que trabajar múltiples jornadas y aún así no ganamos lo que nos merecemos como para sostener a nuestras familias?”, decía un maestro en una asamblea autoconvocada que se realizó el martes pasado frente a la Jefatura de Gobierno, luego de la concentración que allí se hizo (motivo por el cual no hubo clases ese día).

Los 17 gremios docentes de la ciudad y muchísimos docentes autoconvocados vienen realizando una serie de paros y jornadas de lucha por mejoras educativas: aumento del salario, reformas edilicias, becas para los estudiantes, entre otras. Teniendo en cuenta la inflación creciente y la carestía, los maestros esgrimían el justo reclamo de una suba de $1.290 a $1.550 a cambio de la honrada tarea que asumen todos los días: la de transmitirnos su conocimiento. A pesar la permanente negación por parte de Macri (que los estudiantes ya vivimos durante la larga jornada de lucha por las becas), y a pesar de la represión que la policía federal montó contra los docentes, un primer triunfo fue alcanzado el jueves: la Legislatura le otorgó facultades a Macri para destinar $140 millones a la suba de los salarios (monto que cubriría el aumento que se reclama). Es decir, se ha cubierto una primera etapa de la lucha docente, sólo gracias a la constante movilización desenvuelta por ellos. En la Legislatura, los únicos que no votaron a favor fueron los del PRO, que se abstuvieron, y el mismo día Macri volvió a insistir en que “no hay plata” (cuando ya hace un mes la Legislatura le dio una importante ampliación presupuestaria, de la cual él pidió un tercio para pagarle a la empresa de basura que le pertenece). Macri ofreció un aumento de sólo la mitad de lo exigido. Si bien gran parte de los gremios han pactado, UTE-Ctera, Ademys y Compromiso Docente (que en conjunto nuclean a la gran mayoría de los docentes), volverán al paro la semana que viene exigiendo el aumento restante y otras condiciones para el aumento.

Los docentes nos están dando un gran ejemplo en la lucha por nuestra educación pública, que degradan desde el gobierno impunemente recortándole presupuesto, entre otros. Pero ellos no han sido los únicos. Los estudiantes de la capital también nos hemos movilizado de una forma impresionante: hubo un tremendo despliegue de fuerzas con masivas marchas, concentraciones y tomas de colegios para reclamar la reintegración de las 30.000 becas recortadas por el mismo Macri que hoy le quiere negar un aumento a los docentes, mientras subvenciona a sus empresas, a la educación privada y le sube el salario a sus funcionarios. Y nosotros también obtuvimos un triunfo parcial: tenemos que reconocernos el mérito de haber conseguido, producto de una ardua lucha, 15.000 de las becas. Es una buena lección para el movimiento estudiantil saber que, incluso cuando muchos estudiantes salieron a luchar sin siquiera un cuerpo de delegados en sus colegios, la lucha vale, la lucha activa sirve y que con ella se hace posible conseguir las cosas que son justas y necesarias.

Es evidente que las becas, los salarios, la calefacción y demás reclamos que se vienen sintiendo fuerte últimamente, no son reclamos aislados. Luego de que los mayores bríos de la movilización estudiantil secundaria en la lucha por las becas y, a principio de año, por la calefacción, hayan pasado, pero con la alta posibilidad de que de esas brasas vuelvan a surgir las masivas jornadas estudiantiles, nos toca ahora la tarea de la defensa, con los docentes, del conjunto de la educación pública. En este sentido, resulta interesante destacar que en sus mesas de negociación, los docentes vienen planteando hace meses la cuestión de las becas recortadas. Ellos así, pues, han creado un lazo de solidaridad hacia nosotros; es momento que los estudiantes secundarios se lo retribuyamos, apoyándolos en sus justos reclamos de salarios. De a poco la unidad docente estudiantil se va materializando para enfrentar al mismo gobierno que sofoca nuestra educación, se ve a estudiantes secundarios en las marchas y ya hay colegios que están sacando declaraciones de apoyo. Es hora de que, hermanados por la escuela pública, luchemos juntos.
¡Asistamos a la nueva concentración de los docentes en la Jefatura de Gobierno, el martes a las 11.30!

C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires

Definamos conscientemente la fecha de las próximas elecciones

Durante estos últimos meses todos hemos vivido la débil situación del CENBA: salir a la lucha parece algo titánico, enfrentar las trabas que nos imponen parece una tarea casi imposible. Que hubo errores de nuestra parte, es muy cierto; que la toma (que significó una derrota ante el Consejo Superior y las autoridades, a la que se sumaron los errores propios durante su transcurso) nos debilitó mucho, también lo es. Pero también es cierto que intentamos repetidas veces recomponer a nuestro centro de estudiantes: se intentaron asambleas, marchas, jornadas, sentadas, y que éstas no llegaron a buen puerto: por ejemplo, la asamblea de la Noche de los Lápices contó con no más de treinta personas y la marcha, si bien no fue ínfima tampoco fue tan grande como lo había sido históricamente otros años.
Entramos en un círculo vicioso: por un lado, nos debilitaron los negativos resultados de la toma de este año y perdimos fuerza e interés. Por otro lado, ante cualquier intento de revitalizar el interés en un espacio de discusión como una asamblea (donde a su vez se genera entusiasmo por construir futuras instancias de debate y acción y defenderlas ante cualquier ataque), hubo un impedimento de parte de Gonzalez Gass. A ella, claramente no le interesa cooperar con el restablecimiento de la vitalidad en la organización estudiantil, porque defiende sus propios intereses.
Cuando faltan pocas semanas para el fin de año, nos vemos obligados a preguntarnos ¿plantear unas elecciones de la Mesa directiva del Centro de estudiantes significan algo en la construcción del CENBA? ¿Hay en este momento un terreno político en donde profundizar en las distintas posturas y analizarlas enteramente, con total experiencia y conciencia?
Estamos en un momento de particular fragilidad en nuestro centro de estudiantes: el movimiento para respaldar cualquier objetivo consensuado está débil. Debemos ahora trabajar en los cimientos del centro, la participación abierta, activa, democrática y comprometida, y la discusión política y plural, que en este momento están débiles. Sin esta previa construcción desde abajo, un recambio superficial de las caras, las listas y las figuritas la cúpula del Centro de estudiantes, de nada servirá. La conducción no es nada sin el CENBA propiamente dicho, el movimiento estudiantil. Sin CENBA, seguiremos asistiendo a votaciones en donde cambiaremos las “vanguardias”, las “cabezas” sin el respaldo adecuado; es nuestra tarea, para revertir esta situación y para evitar que estas cabezas se aíslen y decapiten, concientizar construir desde la base al CENBA, que debe ser la encarnación del movimiento estudiantil del colegio.
Por todo esto, es absolutamente necesario que todos reflexionemos: si las elecciones se hicieran este año, deberíamos ir a votar con plena conciencia y compromiso, dispuestos a revivir nuestro centro de estudiantes; de lo contrario, no vale la pena. Como vemos muy difícil que, repentinamente, el panorama del CENBA mejore en este puñado de semanas restantes hasta fin de año, desde la CEBA creemos que lo mejor sería que (de la misma manera que sucedió en 2006) las elecciones se hicieran a principios del año que viene. Que haya espacio para que se consoliden agrupaciones que están creciendo y que, luego del descanso estival, haya mas predisposición general a atender al debate por la futura conducción del CENBA, y, no menos importante, que haya más predisposición a respaldar a la futura conducción activamente. Realicemos las elecciones en marzo, cuando estemos en condiciones de utilizar a la conducción como una herramienta estudiantil de lucha.

C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires

22 jul 2008

Final Entre Líneas

SE ROMPIÓ EL FRENTE DE ESTUDIANTES EN LUCHA
A 8 meses de la conformación del Frente de Estudiantes en Lucha (FEL) -compuesto en aquel momento por la Corriente Estudiantil del Buenos Aires (CEBA) y La Toma, la agrupación de la UJS-PO-, nos dirigimos a todos para explicar las causas de su ruptura.
Desde el principio, la unión se efectivizó sobre la base de ciertos principios comunes que hasta ese entonces no estaban planteados fuertemente en el CENBA, porque habían perdido su fuerza, porque nunca la habían tenido (Independencia del centro respecto de las autoridades; Democratización en el marco de los colegios preuniversitarios y de la UBA; Construcción de la CES; unión entre trabajadores y estudiantes –en el Colegio, los docentes-). Vimos que durante el 2007, la lucha por la democratización había tomado un cauce errado porque –en especial durante la segunda mitad del año, luego de la toma- el debate no se había llevado sistemáticamente a los estudiantes ni se les había dado un espacio de participación en concreto, dado que la conducción de ese momento no los proporcionaba, ni tampoco aportaba el contenido político necesario para el crecimiento del CENBA o el fortalecimiento de sus espacios; no se había caracterizado de manera clara a las autoridades del colegio; tampoco se había construido la Coordinadora de Estudiantes Secundarios activamente, ni se había fomentado la solidaridad con los demás colegios secundarios. La CEBA se planteó en su momento la necesidad de abrir y mejorar espacios de participación y decisión para fomentar la concientización y el espíritu crítico del movimiento estudiantil, forjando así un real CENBA, plural y democrático. Así conformamos el FEL, con la idea de que este frente de acción lograra potenciar nuestras políticas comunes para llevarlas a cabo en la realidad. El programa de los cuatro puntos delineaba una estrategia de lucha, el contenido que se le daría a la tarea del frente; y durante las vacaciones de verano y la primera mitad del año, pudimos, efectivamente, llevar a cabo una activa campaña de carácter combativo por la democratización y por el presupuesto público educativo, mientras que, al mismo tiempo, nuestros debates políticos internos crecían y nos enriquecíamos con la experiencia adquirida producto del trabajo con la UJS dentro del FEL.
Pero, día a día, el funcionamiento de éste fue decayendo. Notamos, ya desde el verano, diferencias en nuestras concepciones y creemos y confiamos en otras formas de desenvolvimiento de cara al movimiento estudiantil sobre la base de distintas concepciones acerca de éste y sus capacidades. Nuestra agrupación, que se define como conscientista, sostiene que es necesario fomentar la conciencia, la participación, la pluralidad y el compromiso de todos, a través de debates profundos canalizados en distintas instancias de lucha, para lograr un CENBA fuerte, que tenga como único representante y protagonista al propio movimiento estudiantil que le da vida. Nuestra función como agrupación, creemos, debe ser la de brindarle al movimiento nuestra interpretación política y proveerlo de una organización; darle las herramientas que tenemos a todos los estudiantes para que luego todos podamos luchar por una educación pública justa y efectiva.
En la práctica, muchas veces tuvimos diferencias con la UJS a la hora de aplicar nuestra política concientista, y no han faltado momentos en los que nos vimos condicionados por esta unión. Estas diferencias se capitalizaban en el FEL en largas discusiones (en general poco productivas), recurriendo al centralismo democrático cuando no se llegaba a consenso (votación interna de los integrantes del frente donde la postura de la mayoría es adoptada en la acción por todas las agrupaciones y miembros conformantes).
En esas ocasiones, el Frente no funcionaba como tal: se apoyaba una postura que en realidad sólo representaba a una de las partes (la que llevaba a más militantes a una reunión), subyugando a la otra, limitando su libertad de expresión, cuando nosotros entendíamos que hubiera sido mejor que cada agrupación pudiera presentar sus posturas por separado.
En un principio, las diferencias de posturas eran esporádicas, pero con el tiempo, los debates dentro del FEL se tornaron cada vez menos productivos. Más precisamente, durante la toma estas disidencias llegaron a su punto extremo. El FEL dejó de funcionar orgánicamente, y esto se vio cuando nuestra corriente y la UJS-PO llevaron posturas distintas a la mayoría de las asambleas y comisiones. Las iniciativas tenían el mismo fin estratégico (la lucha por la democratización) y actuaban en función de un programa básico en común, pero la interpretación y aplicación que cada uno hizo del programa común, reflejada en las tácticas y en las formas, nos llevó a tomar caminos separados en cuestiones fundamentales. Por ejemplo, a la hora de permitir o no el ingreso de González Gass al colegio, ambos teníamos presente la independencia del Centro de Estudiantes como principio. Sin embargo, nosotros no creímos que permitir su ingreso significase resignar esta independencia, sino actuar de modo de no cortar de raíz todo lazo de relación, real o potencial, con respecto a los docentes. Sabemos que para que la democratización sea real y efectiva, tiene que existir una real relación entre docentes y alumnos, siendo este también uno de los puntos del programa del FEL (la unión docente-estudiantil). Entendemos que muchos docentes responden directamente a los intereses de las autoridades, pero entendemos también que la relación entre aquellos docentes con los que teníamos un lazo –mínimo o no-, terminó disuelta innecesariamente.
Luego de la toma, desde la CEBA creemos que la labor del FEL ha concluido, puesto que a esta altura continuarlo significa imposibilitar nuestro desarrollo como agrupación. Es a través de la construcción del camino que hemos determinado desde nuestra definición de concientistas que seguiremos, y rescatamos como una importante experiencia nutritiva politica la que ha atravesado la CEBA en el transcurso de los lazos formales con la UJS. Pero ahora consideramos indispensable lo siguiente y por eso es que expresamos nuestra intención de romper el FEL. Ante este hecho, los militantes de la UJS decidieron adueñarse del nombre del FEL, sobre la base del mismo programa de los cuatro puntos, a partir de sus militantes y nuevos independientes que se sumaron a su camino. La CEBA no ha abandonado su lealtad a los cuatro puntos que en su momento constituyó como parte del programa político del FEL junto con la UJS, pero mantiene grandes diferencias, incluso en el marco de estos puntos, como para seguir juntos bajo la misma organización, perpetuando una unión que ya no tendría razón de ser. La CEBA continuará como una agrupación completamente autónoma, y también lo hará este aparentemente refundado FEL, conformado por UJS-PO + Independientes.
Más allá de toda discordia, nuestro balance de este ciclo es positivo. Creemos que la unión fue muy productiva durante gran parte de su existencia. El FEL sentó las bases y el contenido político necesario para discutir en profundidad las problemáticas que afronta nuestro colegio y la educación pública en general; impulsó la lucha por la democratización, trabajó por el crecimiento de la CES como ente masivo y combativo, se enfrentó a las autoridades cuando fue necesario. Nuestra agrupación tuvo la oportunidad de madurar y crecer internamente para lograr, al mismo tiempo, el crecimiento constante del CENBA, ya que la participación y el compromiso activo de los estudiantes van en ascenso gracias al aporte que todos hemos hecho a esta lucha desatada por la defensa de la educación en diversos planos y aspectos.
También tenemos una autocrítica importante que hacernos en cuanto a nuestro trabajo como parte de la conducción: los espacios de debate del CENBA han resultado en ocasiones insuficientes; muchos compañeros nos han acercado esta queja y la tomamos como válida. Tendremos muy en cuenta este aspecto en el resto del año, puesto que consideramos que el debate constante y real es una base fundamental para la elaboración de una conciencia crítica que apueste a la decidida lucha por sus reivindicaciones.
A partir de la ruptura del FEL, entramos en una etapa superadora. La CEBA seguirá trabajando para que las fuerzas adquiridas no se pierdan, para continuar con la lucha y seguir aportando al crecimiento de nuestro movimiento para lograr un CENBA fuerte que luche por sus reivindicaciones y causas. Ante esto reconocemos la unidad de acción como factor vital en la entraña de nuestro centro, y es por esto que jamás nos negaremos a discutir con las demás agrupaciones, de cara a profundizar los debates y decidir en conjunto cuáles serán las vías que afrontaremos.
Confiamos en el espíritu de lucha de la UJS, que a partir de ahora seguirá su camino sin nosotros, sin lo que fue el Frente de Estudiantes en Lucha. Saludamos a las nuevas fuerzas militantes que se van consolidando gracias al proceso vivido durante la semana de lucha, y a todos aquellos que siguen luchando.

C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires

16 jul 2008

¿Y AHORA QUÉ PASA, EH?

A unas semanas de la toma del Colegio Nacional de Buenos Aires que conmovió a la comunidad educativa entera, es necesario sentar cabeza y reflexionar acerca de determinadas cuestiones para poder seguir avanzando en la justeza de nuestros reclamos de la mejor manera posible, señalando aciertos y desaciertos.
Luego de más de un año de lucha, nos levantamos contra el incumplimiento y la política corrupta y privatizadora del Consejo Superior, quienes no hacían más que negar sistemáticamente nuestros reclamos: la puesta en marcha de un proceso democratizador que nos eleve a los protagonistas del colegio, docentes, estudiantes y no docentes, a la participación en la toma de decisiones, a través de un Consejo Directivo discutido en los claustros, para ubicar la educación en función de quienes la protegen y la mantienen. Fue así como, tras una toma conjunta de los preuniversitarios en mayo del 2007, logramos arrancar al CS un Acta Compromiso, en el cual las máximas autoridades de la UBA garantizaban la aplicación de los Consejos Directivos, basando su conformación y atribuciones en un real consenso entre los proyectos presentados por los diferentes claustros de la comunidad educativa. Durante ese año fueron varias las movilizaciones hacia el Consejo reclamando el cumplimiento de dicha acta en tiempo y forma, y para poner en la agenda de discusión nuestro reclamo.
Tal vez no valdría la pena hacer un recuento de cada asamblea, de cada reunión, de cada una de las cosas que pasaron, pero podemos identificar algunas instancias que se manifestaron como claves en el desarrollo de este conflicto.
La inminencia del problema de la lucha por la democratización se ha manifestado entre nosotros desde que hemos organizado jornadas para debatir acerca del estado de la educación en general, el martes 25 de junio. Por diversos factores, a estas jornadas no asistieron muchos estudiantes, pero al día siguiente, luego de una concurrida marcha al Consejo Superior, se levantaron los turnos y se establecieron comisiones espontáneas para discutir acerca de los problemas que nos atañen como alumnos, como colegio, como centro de estudiantes (en esto ultimo sobre todo en lo respectivo a la organización interna).
Éste fue el puntapié para que el lunes siguiente más de quinientos chicos se expresaran para manifestar el rechazo terminante a las prórrogas infinitas del Rectorado e iniciaran una toma contra el Consejo Superior y en repudio al incumplimiento del acta de compromiso. Creemos que estuvo bien haber tomado el colegio, y bajo esas circunstancias, porque nos encontrábamos ante un hecho histórico objetivo, el vencimiento de un plazo, y la magnitud de la corrupción del CS nos indicó que era el momento de oponer una reacción política a su sistemática negación acerca de nuestras reivindicaciones que, con luchas anteriores, los preuniversitarios le habíamos impuesto producto de las necesidades de la educación pública. Entendiendo que la expiración de una fecha no constituía la suficiente presión para el Consejo, hemos arribado una medida mayor.
Un eje importante que atravesó nuestra medida de fuerza, fue la actuación de los distintos sectores determinantes: los docentes, los padres, las autoridades y los medios de comunicación.
En relación a los docentes, pudimos caracterizar el rol de distintos grupos que participaban activamente de las decisiones del claustro. El gremio de la CTERA, gremio al que pertenece González Gass, se situó como un férreo aliado de las políticas de las autoridades, apoyando las medidas de judicialización de la toma y de sanción efectiva a quienes habían participado de la asamblea que derivó en la toma del colegio. Es decir, tuvo un papel de confrontación directa hacia nuestra política, acrecentando presiones a través de los medios y los padres. Su rol fue determinante en la Asociación Docente; esta misma posición tomaron las autoridades.
Sin embargo, también existió un reducido grupo de docentes, miembros de la comisión directiva docente y otros independientes, que, mas allá de cualquier otra diferencia, buscando el dialogo y la conciliación entre los sectores de la comunidad educativa del Nacional, remarcó una cuestión fundamental de la lucha: denunciar al Consejo Superior como agente del incumplimiento del acta y la falta de voluntad para resolver nuestro reclamo. Pero estos docentes que en principio estaban dispuestos a apoyarnos, vieron limitada su fuerza, y por eso decidieron no asistir al dictado de clases mientras se mantuviese la medida de fuerza. Nosotros intentamos estimular el desarrollo de la actividad educativa del colegio, aún con el establecimiento tomado, para no retrasar la transmisión de la enseñanza que defendemos y que, creemos, hay que mejorar; pero la altísima mayoría de los profesores no se prestó a ingresar al establecimiento si es que tampoco podían pasar los preceptores, miembros del claustro único docente, y las autoridades.
Desde nuestro punto de vista, pese a que los preceptores ofician como el agente ejecutor de las políticas de las autoridades (en muchos casos restrictivas del desarrollo movimiento estudiantil y de la independencia del CENBA), consideramos como un error, y estamos convencidos de que no estuvo bien, haber intentado quebrar la unidad del claustro docente mediante esta rigurosa selección acerca de quienes podían ingresar al colegio a ejercer su actividad, y quienes no. Respecto a las autoridades, segundo condicionamiento de parte de los profesores, la cuestión es un poco más complicada ya que nos encontramos ante la paradoja de que una toma del colegio con clases, con autoridades y con ‘normal’ funcionamiento, pareciera no ser en verdad una toma; pareciera ser simplemente “la declaración de una toma”, pero no una toma en sí. Pero así como seguimos defendiendo el que hayamos tomado el colegio en ese momento, también nos criticamos el haber generado una situación de enorme tensión respecto de la situación con los directivos internos, haciendo foco en ello, y corriendo, objetivamente, el eje del conflicto.
En aquella semana hemos hecho más hincapié en la puja con Gonzales Gass que en la batalla librada contra Hallú y la politica privatista del Consejo Superior. Tal vez debimos ser mas flexibles en este punto, y admitir a Gass como un elemento clave en la alianza con nuestros docentes, alianza más que necesaria por la relación de fuerzas con el Consejo Superior, y para la consecución de un reclamo que llevamos a cabo, en mayor o en menor medida, ambos claustros.
En suma, para evitar el quiebre con el grupo de docentes que habría estado dispuesto a apoyarnos durante la toma, y para evitar el aislamiento en el que nos hemos encontrado, desde el primer momento deberíamos haber sostenido la toma con clases y no deberíamos haber fragmentado al claustro docente. En pos de intentar concretar esta unión, desde el principio deberíamos haber reconsiderado el ingreso de González Gass y los preceptores, siempre bajo ciertas condiciones. Esto no quiere decir que nosotros desconozcamos el papel que juega la actual rectora en nuestro colegio como ‘delegada’ de la política del Consejo Superior; pero no consideramos, tampoco, que ese paso habría significado resignar la independencia del CENBA.
A su vez, reconocemos tardía nuestra convocatoria y accionar frente a los padres, quienes apoyaron nuestro reclamo y se dispusieron a actuar de mediadores de cara a la denuncia penal y a las continuas amenazas de sanciones y expulsiones por parte del rectorado de la UBA formando una comisión de padres para aquello. Aunque por otra parte, también hubo un sector más numeroso de padres que en un principio hasta le pedía a Gonzalez Gass, corriéndola hacia un extremo, que nos sancionase y castigara severamente, pero que hacia el final, se declaraban “A Favor de los reclamos, en Contra de la Toma”, lo cual significa un importante avance. De este modo logramos sentar la discusión en nuestros hogares, charlando con nuestros padres acerca del deterioro y liquidación de la educación pública, y de la salida que planteamos al respecto: la democratización.
Así como encontramos algún respaldo en nuestros padres (cuyo compromiso medimos como algo más perdurable que el de aquellos que no tenían mas consigna que la negación de nuestros actos y el retorno inmediato a clases), y en cierto foco de la comunidad educativa, no fue tal el apoyo por parte de la sociedad. Debido a la constante tergiversación de los hechos, por parte de los medios de ‘’información’’, por llamarlos de algún modo, vimos reducida nuestra capacidad de transmitir las causas que generaban la toma y el por qué de nuestra lucha de manera limpia y clara. Sin embargo, a pesar de estas limitaciones, logramos dar un estallido mediático, sensibilizamos a la sociedad y conmovimos de lleno a la comunidad educativa para volver a poner sobre las tablas todos los problemas que sufre nuestro colegio, tales como el deterioro edilicio, así como los de la educación pública en general.
Si bien no se puede decir que la toma resultó un rotundo triunfo, de ninguna manera tampoco podemos decir que fue una absoluta pérdida de tiempo, o un fracaso. Es cierto que han fallado varias cuestiones en lo respectivo a la organización de la toma, como los percances edilicios que se han sucedido o la inexistencia de una efectiva comisión de seguridad que garantizara un cierto orden dentro del colegio. Por otra parte, es destacable aquello que significó una desilusión para muchos al ver que al final solo hemos exigido para el levantamiento de la medida, reivindicaciones que tenían que ver con las consecuencias de la toma y no con sus causas (lo único que pedimos, casi exclusivamente, fue que no sancionasen a nadie por haber participado de la toma y de sus instancias precedentes). Pero esto no tiene que querer decir que la toma no fuera por los consejos directivos, la toma fue por los Consejos Directivos, solo que no fue la instancia que los podía efectivizar, porque éste es un largo proceso que no perece con una sola semana de toma, y bajo las condiciones en las que nos encontrábamos. Pero la toma sí a logrado, a través de la iniciativa estudiantil, reavivar las llamas de este conflicto para lograr su definitiva reparación mediante un proceso de debate y de concientización que se canalice en las distintas instancias de esta lucha, entendiendo entonces que lo que hemos hecho fue dar un impresionante estallido mediático o simbólico y que ahora hemos pasado a una etapa superadora, la del dialogo entre todos los sectores de la comunidad educativa, para encarar esta lucha por la democratización todo juntos y bajo una misma bandera.
Suponemos que es a través de estas experiencias que el movimiento estudiantil aprende varias lecciones, madura y crece. Hemos advertido un avance en la conciencia de los estudiantes producto del debate en comisiones o de la inminencia de este acto que, necesariamente, obligó a sentar cabeza y preguntarse qué era la democratización o cuál era el estado de la educación por la que estábamos llevando a cabo semejante medida. También hemos advertido numerosas críticas acerca del funcionamiento orgánico del centro de estudiantes, de su estructura y de la conducción. Rescatamos muchísimas de las críticas constructivas que se hicieron y coincidimos con muchas de ellas ya que, mismo, forman parte de nuestro programa que apunta al desarrollo de la conciencia activa del estudiantado para elevarlo a éste políticamente y llevarlo a la cabeza de su propio movimiento. Es a través de la garantía de distintos espacios de dialogo, de participación y deliberación que podremos profundizar el proceso de concientización ya iniciado. Respecto a la conducción, también resulta necesario eliminar las distancias entre el sector dirigente más cerrado y el estudiantado, para la construcción de un sólido y real movimiento estudiantil que no se vea trabado en el desarrollo de su conciencia a causa de la torpeza y la soberbia de la conducción a la hora de oír los señalamientos de los estudiantes en asambleas, reuniones de delegados o cualquier instancia.
Tenemos que promulgar el compromiso y la organización de los estudiantes para canalizar las reivindicaciones por la educación pública en un programa de acción a corto y largo plazo, en el marco de un proceso de lucha que ha comenzado, que ya ha dado de qué hablar, y que seguirá por mucho tiempo más. Ahora, nuestro deber es continuar con este proceso, no bajar los brazos ante las presiones que podamos sufrir, entendiendo que la mejor manera de hacerlo es mediante la organización y el compromiso activo y permanente, mediante la conciliación y el dialogo con todos los sectores de la comunidad educativa para enfrentarse efectivamente al Consejo Superior porque es eso lo que significó y aún significa democratización: reorientación social de la educación y discusión en cada claustro para el desarrollo de un modelo educativo mejor para todos los que quieran gozar de una saludable educación pública justa y en buenas condiciones.

C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires

18 jun 2008

Construyamos la CES

La situación de los colegios secundarios no da para más. La falta de presupuesto se evidenció una vez más con la llegada del frío: muchísimos colegios de la capital no tienen gas. Aún peor, colegios como el Belgrano, el Esnaola o el Normal 4 tienen problemas edilicios; sin mencionar, el estado del Mariano Acosta donde el año pasado se les cayó por segunda vez el techo de un aula. La política presupuestaria del gobierno de Macri y de los Kirchner hacia la educación está mal fundada desde sus cimientos, y esto se expresa en la amenaza constante de derrumbe de los techos de nuestros colegios.

Ante esto los estudiantes salieron a las calles nuevamente. Muchos de ellos sorteando las trabas que les imponían las autoridades de su colegio, e incluso sin tener un centro de estudiantes organizado. Al comprender la necesidad de generar un movimiento fuerte y único, estos colegios se nuclearon en la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, desde la cual surgió un plan de lucha que consistió en cortes de calles y la gran marcha de las frazadas. La (ridícula) respuesta del representante del gobierno de Macri fue que los estudiantes realizáramos un relevamiento de la situación en cada colegio y que se lo enviásemos por mail.

Ante semejante respuesta se convocó a una concentración en la puerta de la jefatura de gobierno que incluía un fogón simbólico. Se realizó, allí, una asamblea donde los estudiantes mostraron su descontento y expresaron la necesidad de tener una reunión con un funcionario de alto rango del gobierno. Sin embargo, en un momento donde la unidad democrática en la lucha entre los secundarios presentes era fundamental apareció la postura –impulsada principalmente por la Unión de Juventudes por el Socialismo-PO- de no realizar el fogón ya que éste había motivado la inasistencia de algunos colegios como el Normal 8. A pesar de esta justificación, en realidad durante el debate la UJS se empeñó en trabar la concreción de la medida argumentando el “peligro de la represión” ante el inofensivo fueguito y haciendo eje en él. Esto no sirvió más que para sembrar un ficticio peligro, y en consecuencia promulgar el miedo, lo que concluyó por dividir en nuevas fracciones a los secundarios allí presentes.

Aún con esta amenaza, y hastiada de no recibir respuestas concretas, la asamblea se pronunció ampliamente a favor de realizar el fogón si la reunión no nos era concedida. Luego de idas y venidas en los distintos centros de estudiantes, y aquí aclaramos que vemos realmente como algo muy positivo el que se halla concretado la asamblea en el claustro central que impulsamos porque ésta daba lugar a la amplia participación de un importante sector de estudiantes del turno tarde que no había podido asistir a la concentración desde un principio, se realizó una segunda asamblea.

En ella se anunció la propuesta de una reunión con un asesor tercerizado, que, por supuesto, fue rechazada. Así se reabrió el debate del fogón y se pretendió esterilizar el nuevamente mayoritario mandato a favor de la medida, pero los estudiantes lo realizaron de todas formas. Como era de esperarse, Macri no se arriesgó a reprimir a jóvenes de 16 años, lo que hubiese puesto a la opinión pública muy en su contra, e incluso el fuego fue extinguido prácticamente con una manguera de riego.

Desde la Corriente Estudiantil del Buenos Aires, entendemos que el primer gran error fue el de inspirar en los estudiantes un temor injustificado. Pero, más allá de eso, creemos que fue correcto el haber realizado el fogón porque éste simbolizaba el descontento de los secundarios ante las constantes negativas del gobierno y simbolizaba a la vez nuestra poca predisposición a cumplir con la pauta de retirarnos de lugar, vaciando la concentración sin un gesto de disconformidad y protesta aparente. Si bien este acto ocasionó una primera división –al haber colegios que se negaron a asistir-, el no hacerlo hubiese sido dividir al movimiento nuevamente. No sólo eso, sino que además hubiese sido una inmensa desmotivación para los estudiantes que sí se habían movilizado y que estaban resueltos a tomar esa medida. De todos modos, el tedio producido por el inútil estiramiento del debate produjo esta división en parte.

Repudiamos, además, las divisiones ocasionadas por estos incidentes, y el fuerte rechazo de varios de los colegios hacia la CES, confundiendo a la organicidad de esta Coordinadora en su totalidad con una de las corrientes que en ella interviene ¡No perdamos de vista que nuestros enemigos son los detractores de la educación, y no nuestros compañeros! Con ellos podemos diferir en varios aspectos sin que esto altere el triunfo de nuestras reivindicaciones en tanto y en cuanto siempre halla una relación democrática en la toma de decisiones dentro de nuestro mismo cuerpo de coordinación!


Tenemos que continuar con la tarea de la consolidación de un movimiento secundario que se sostenga en base a la democrática unidad en la lucha para ser mas fuertes frente al gobierno de Macri y los Kirchner. ¡Construyamos la Coordinadora de Estudiantes Secundarios entendiendo que sólo la movilización independiente del gobierno nos llevará al triunfo de nuestros reclamos y comprendiendo la necesidad de golpear mas fuerte que nunca y con un solo puño!


¡Vayamos todos al congreso de la CES este Sábado 21 a las 13 hs en la puerta del colegio!


C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires

16 jun 2008

Gacetilla de la Corriente Estudiantil del Buenos Aires (CEBA)

POR UNA PERSPECTIVA SOCIAL
La CEBA es una corriente estudiantil interna del colegio que persigue intereses y objetivos mayores a los que les indica su propio ámbito. El colegio no es un fin último, aprender por aprender no es la meta, si no que más bien es la plataforma que nos propulsará de lleno al sistema productivo insertándonos antes algunos conocimientos para, en un futuro, cumplir de modo más eficiente con las demandas de la producción económica de la cual seremos herramienta.

Dado que además de estudiantes somos jóvenes, liberándonos esta ultima condición de algunas responsabilidades familiares, civiles, etc., cumplimos un papel muy importante en la estructura general ya que somos el porvenir de la misma.

Hoy somos el elemento prematuro que se alimenta de los frutos de la sociedad y, por tener menos ataduras –además de que nuestra imaginación y esperanzas no están agotadas-, tendríamos todos que ser capaces de vislumbrar claramente la realidad, cuestionarla y
PONER EN MARCHA UN PROYECTO EMANCIPADOR DE CAMBIO.

Nos ‘preparan’ para que el día de mañana seamos el fruto y también el propio árbol, es decir, para que mañana sostengamos esta estructura alienante que, por exigencias ajenas al individuo, somete y condiciona a las mayorías en función del beneficio excluyente de las minorías privilegiadas. Precisamente, de las peores cosas que tiene esto, se desprenden las graves desigualdades que se dan en los distintos estratos sociales: el parasitismo que un sector social mínimo, pero poderoso, ejerce sobre el resto de la población a fuerza de presionarla y socavarla. Porque, para colmo, bajo una bonita fachada, ocultan una realidad inminente –la que exige un cambio social profundo- mediante la desinformación de los medios de comunicación, entre otros. Viven queriéndonos engañar con todos los recursos de los que poseen: el entretenimiento vaciado, el embobamiento, las ‘noticias’ que no tienen una pizca de relevancia social. Muchos de esos ‘avances’ de todo tipo (en el marco de una lógica ajena) son mostrados como si en verdad fueran algo digno de ser atendido. Elementos de distracción, puras payadas de su circo de la realidad.

Siguiendo con la metáfora, podemos ver a las bonitas flores de la copa del árbol, a las que más les llega el sol, pero hemos de saber que éstas no están ahí sino por las mucho mas numerosas raíces que se encuentran ignoradas, marginadas de la luz y el aire, bajo tierra.

Aunque el promedio de nosotros –alumnos del colegio- esté situado socialmente en una posición económica bastante ‘óptima’, tenemos que caer en la cuenta de que la sangre, la lagrima y el sudor de muchos está por detrás de estos beneficios; que ante cualquier manifestación de disconformidad aplican una represión que es doble, tanto mental como material: tenemos a nuestra disposición varios ejemplos de lucha que son aplastados con las fuerzas de la opresión capitalista.

No queda otra salida que organizarse para combatir concientes, y concientizando, contra el capitalismo salvaje que sufre la humanidad hace siglos, y en favor de los verdaderos intereses y necesidades del pueblo.

Nosotros planteamos la necesidad de vencer esta educación al servicio del sistema, creemos que, con las herramientas que puede tener al alcance el joven, es necesario construir una educación social alternativa. En lo que es más cercano, apuntamos, desde ya, a una educación laica y, sobre todo, a una educación verdaderamente pública al servicio del pueblo y no al de los intereses monopólicos de una clase dominante.

Por supuesto que además, en el plano de nuestro colegio, reconocemos el alto nivel educativo académico-‘enciclopédico’ del que los estudiantes gozamos (aunque en decadencia los últimos años). Creemos que hay que defenderlo y mejorarlo, y por ello hemos de ampliar sus barreras para que este deje de ser un privilegio nuestro y pase a ser parte de una educación igualitaria a nivel nacional y en pos una conciencia social verdadera.

Algunos dirán “primero lo primero” y por eso mismo nosotros además de debatir acerca de un proyecto emancipador total, intervenimos en el plano interno del colegio, en lo sindical, se puede decir.
"Luchar, fracasar, luchar de nuevo, fracasar de nuevo, volver a luchar, y así hasta la victoria: esta es la lógica del pueblo, que tampoco marchará jamás contra ella." Mao Tse Tung

DEMOCRATIZACIÓN
Todos sabrán que el CNBA depende del la Universidad de Buenos Aires, regida por su Consejo Superior. Actualmente nos encontramos con una situación bastante convulsionada dentro de la universidad ya que, por ejemplo, varias facultades tienen reclamos base como el de la titularización docente. ¿Por qué? Bueno, no sólo porque eso garantiza una estabilidad laboral mucho mayor para quienes allí trabajan, lo cual es imprescindible, sino también porque aquel Consejo Superior que la gobierna hoy es resultado del voto de una ínfima parte de los trabajadores de la UBA, ya que es sabido que alrededor del 96% de los docentes son interinos (contratados por año y sin facultades para votar). Así es que este Consejo Superior es muy poco representativo y, en ese sentido, algo nefasto, porque ni siquiera plantea ampliar sus bases titularizando mediante concursos sino que, por lo contrario, mantiene la misma situación precaria para con los docentes. A la vez, este panorama funciona como una especie de chantaje político en el cual a los docentes les resulta muy difícil el manifestarse, por ejemplo, ya que dependen año tras año de la firma del rector (al cual, por este motivo, dado el caso “conviene” no enfrentar). En la otra punta, también advertimos la presencia de profesores sin ningún tipo de respaldo profesional, muchas veces retrasando la transmisión de conocimientos, ejerciendo en el colegio o en las facultades con la firma cómplice de las autoridades que los ‘acomodan’.

Exigimos concursos para los docentes de la UBA como para los del CNBA, así es que dejaremos de ver a profesores ineficientes y acomodados dando cátedra en los establecimientos. Superando los concursos, docentes calificados en materia de contenidos y pedagogía quedarían titularizados obteniendo la estabilidad laboral necesaria, ganando el derecho limpio a manifestarse sin miedos ni presiones por sus eventuales reclamos, para poder educar y enseñar en regla, y bajo condiciones justas.

Retomando la problemática del Consejo Superior, del cual dependemos directamente, es vital que nosotros podamos intervenir en él. Esto sólo se puede lograr abandonando nuestra condición de ‘dependencia’ para pasar a adquirir el carácter de una Unidad Académica. Es menester poder interpelar allí para que no se sucedan injusticias como la pretendida venta de nuestro campo de deportes a la Corporación Puerto Madero por parte de ese Consejo Superior que nos gobierna para ponernos en venta y en politica general privatizar la educación, pero que no nos contempla para darnos condiciones dignas de estudio, lo que se evidencia, por ejemplo, en los múltiples problemas edilicios del colegio.

Como si fuera una cadena, para democratizar la universidad, tenemos que democratizar nuestro colegio. Para intervenir en el consejo superior de la UBA (sobre todo en aquellas cuestiones que nos son absolutamente propias), tenemos que poder intervenir en nuestro colegio. Para ser una Unidad Académica, tenemos que tener nuestros propios Consejos Directivos del CNBA.

Bajo ese nuevo órgano, los Consejos Directivos, todas las decisiones del colegio serán tomadas por los tres claustros que lo componen, de manera conjunta y equilibrada. Ese órgano será el que asigne un rector subordinado al propio Consejo Directivo para que él gobierne según nuestros intereses, los de la educación al servicio de quienes trabajan por ella y de quienes la reciben. Éste, será el órgano que promueva tal o cual proyecto, el que revise los programas de estudio, el que administre el presupuesto interno del colegio, etc. Además, y es muy importante destacar esto, si el colegio fuera regido por sí mismo, por sus docentes, no docentes y estudiantes, dándole combate a la política privatista dominante, quedaría en gran parte librado del juego de tensiones que se da entre las camarillas enquistadas en la universidad, grupos políticos que se disputan el dominio de la caja universitaria, principalmente.
"Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fanstasía." Lenin

EN EL COLEGIO…
Hace bastante tiempo que los estudiantes venimos notando que las decisiones que nos afectan directamente son tomadas sin consultarnos en forma alguna. La mayoría de nuestros reclamos, además, son rechazados o ignorados sistemáticamente por las autoridades, desvalorizando totalmente nuestros intereses, cuando somos nosotros, junto con los docentes, el eslabón fundamental de la comunidad educativa, y a fin de cuentas hacia quienes está orientada la educación, su razón de existencia. No hace falta ir muy lejos para demostrarlo: este verano, cuando algunos compañeros se quedaron libres por una omisión del Colegio en la publicación de las fechas de examen, no quisieron escuchar nuestro reclamo, que no era menos que una fuerte critica a la política expulsiva del Colegio, y sostuvieron la negativa hasta que el CENBA se movilizó con una medida de lucha e hicimos una sentada en frente de rectoría. En los patios, en la fachada, estamos bajo un techo con gran peligro de caerse a pedazos, y las autoridades no hacen nada por solucionarlo mas que colocar unas vallitas enclenques o poner andamios de contratación privada, los cuales, vencido el pago por falta de presupuesto, serían retirados impunemente (como ha sucedido con la Iglesia de San Ignacio). Hoy en día vivimos una política expulsiva que resalta en las muchas falencias que poseen distintas competencias del colegio, como ser el funcionamiento en los departamentos, el método de evaluación, la exhaustiva carga horaria, la situación de quienes se quedan libres, la falta de ofrecimientos de ayuda efectivos tales como clases de consulta para todas las asignaturas, o el mismo Dep. de Orientación, y las autoridades no hacen nada en concreto por solucionarlo. Hoy en día tenemos planes de estudio que no se actualizan hace décadas (como es el ejemplo de Informática en la que se enseña un lenguaje de programación absolutamente desactualizado y que ya nadie usa), y las autoridades no hacen nada por solucionarlo. Y esto no es algo que nos afecte sólo a nosotros, sino que perjudica a toda la comunidad educativa. Para retomar un ejemplo, los docentes actualmente sostienen el reclamo básico de la titularización, para que los docentes interinos puedan obtener un mínimo de estabilidad laboral, ya que su continuidad en el Colegio depende de la firma anual del rector.

Éste y otros reclamos conforman una larga lista que, creemos, van en pos de una educación de mejor calidad para toda la comunidad educativa. ¿Cómo se pueden satisfacer estas necesidades básicas y las que surjan a futuro? ¿Cómo podemos ser escuchados y que se tengan en cuenta nuestros intereses? Desde la CEBA creemos que el medio con el que tenemos que poder contar para solucionar todos los problemas que tiene nuestro colegio, para tener una influencia real en la toma de decisiones, es la democratización. Necesitamos un Consejo Directivo con el que podamos hacernos escuchar y hacer valer nuestros intereses, para que no se nos siga pasando por arriba, para hacerle frente al deterioro general de la educación desde nuestro propio ámbito, y para alcanzar, finalmente, una educación pública y en buenas condiciones para todos los estudiantes.

LA EDUCACIÓN SE DERRUMBA
No está de más mencionar la otra grave crisis de carácter nacional que sufre toda la comunidad educativa. No podemos dejar de hacer mención a la situación crítica que estamos atravesando en este momento. Vivimos el derrumbe de la educación pública, como ya venimos insistiendo. Este derrumbe puede ser comprendido en su sentido literal y en un sentido más amplio. Es un derrumbe literal porque vivimos día a día con el peligro de que se nos caigan los techos, de que se desprenda la mampostería, de que nos falte el gas o de que se corte la luz y el agua. El estado de las sedes académicas de la UBA es desesperante: 10 de ellas, el Carlos Pellegrini incluido, tienen severas fallas en los sistemas de calefacción, y conexiones de electricidad, por lo que deberán pasar el invierno bajo un frío extremo; todo eso sin contar aquellas que poseen grietas donde se filtra el agua y se producen goteras, produciendo un avance grave de la humedad en techos y paredes. Particularmente, en nuestro colegio la fachada se viene abajo, los patios se mantienen vallados con percheros reciclados, y los desagües están tapados. Y esta situación no se da sólo en el ámbito universitario: hay más de 50 escuelas porteñas que se mantendrán sin gas durante todo el período invernal.

Se trata, por otra parte, de un derrumbe educativo en un sentido más amplio pues sigue faltando el presupuesto para empezar las reformas edilicias, sigue faltando presupuesto para ofrecer a los docentes un aumento justo, acorde al proceso inflacionario que vivimos día a día, sigue faltando presupuesto mientras desde el Gobierno Nacional de los Kirchner se regocijan del continuo superávit que viene gozando el Estado desde hace años.

Pero, ¿en qué aplican ese dinero? ¿En qué política social se ve reflejado? ¿En la educación? ¿En la salud? No, no lo vemos volver nuevamente al pueblo que gobiernan. Los vemos, en realidad, más atentos al pago de la deuda externa, o a la truchada del tren bala, que a la recompensación de la permanente deuda interna.

La educación es continuamente desvalorizada. Los profesores deben hacer malabares para vivir dignamente, pues viven yendo de un colegio a otro, dictando bastantes horas de clase en cada uno, mientras desde el gobierno nacional les niegan un aumento justo e inmediato de su salario. No olvidemos que muchos de los ayudantes que trabajan en el Colegio lo hacen ad-honorem, situación idéntica a la que viven los ayudantes de la UBA.

Se trata de un derrumbe, además, porque nos quieren quitar las becas y las viandas: el gobierno de la Macri intenta recortarlas en un 50%. Es que la tendencia hacia la privatización de la educación es real: podemos ver cómo la Ley de Educación Técnica promulgada por el gobierno de Cristina Kirchner establece que luego de los 6 años de cursada, momento en el cual el estudiante que egresa se recibe con el título de “Bachiller”, si se desea seguir estudiando, el estudiante estará obligado a pagar los años siguientes para, de ese modo, obtener un título de técnico calificado.

Es necesario afrontar todas estás situaciones interrelacionándolas y llegando a la comprensión de que los problemas de nuestro colegio no son inherentes a los problemas de otros, que la continua desvalorización de la educación publica se da para con todo el pueblo argentino.

PARTICIPACIÓN, PLURALIDAD, COMPROMISO

Habrán notado, tal vez, el gran parecido de nuestro nombre (CEBA) con el de la institución de la cual somos parte nosotros y ustedes (CENBA). La Corriente Estudiantil del Buenos Aires, así escrita, poco dice en su nombre sobre el contenido político que abarca (ya parcialmente desarrollado más arriba). Vale rescatar aquello que siempre estuvo vigente entre nosotros. Nos referimos, básicamente, a que esa ‘coincidencia’ que busca denotar la CEBA, se trata no menos que de una intención de ampliar los espacios de participación, de decisión, en el propio centro de estudiantes, cuando por naturaleza, se supone, están ya dados al ser el CENBA un cuerpo abierto. Podríamos definir a estas intenciones como una suerte de democratización del propio CENBA. Ahora, cuando hacemos uso del concepto de democratización del centro, no hacemos referencia a cosas abstractas o engañosas. Si no que más bien apuntamos a pluralizar y masificar el espacio de lucha de los estudiantes ofreciéndoles un impulso participativo a través de la concientización, -afianzando el compromiso común-, y siempre aportando desde nuestra propia perspectiva combativa, y haciendo eje en ella.
"No miremos, pues, nunca atrás, miremos siempre hacia adelante, porque adelante está nuestro sol y nuestra salvación; y si es permitido, si es útil y necesario volver nuestra vista al estudio de nuestro pasado, no es más que para comprobar lo que hemos sido y lo que no debemos ser más, lo que hemos creído y pensado y lo que no debemos creer ni pensar más, lo que hemos hecho y lo que no debemos volver a hacer."
Bakunin


Llamamos a todos los estudiantes a debatir con nosotros algunos de los puntos que esta gacetilla nombra, a profundizarlos, a aportar con nuevos, y a ser parte de nuestra Corriente Estudiantil para, juntos, encender como nunca esta entraña viva del CENBA.

C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires