SE ROMPIÓ EL FRENTE DE ESTUDIANTES EN LUCHA
A 8 meses de la conformación del Frente de Estudiantes en Lucha (FEL) -compuesto en aquel momento por la Corriente Estudiantil del Buenos Aires (CEBA) y La Toma, la agrupación de la UJS-PO-, nos dirigimos a todos para explicar las causas de su ruptura.
Desde el principio, la unión se efectivizó sobre la base de ciertos principios comunes que hasta ese entonces no estaban planteados fuertemente en el CENBA, porque habían perdido su fuerza, porque nunca la habían tenido (Independencia del centro respecto de las autoridades; Democratización en el marco de los colegios preuniversitarios y de la UBA; Construcción de la CES; unión entre trabajadores y estudiantes –en el Colegio, los docentes-). Vimos que durante el 2007, la lucha por la democratización había tomado un cauce errado porque –en especial durante la segunda mitad del año, luego de la toma- el debate no se había llevado sistemáticamente a los estudiantes ni se les había dado un espacio de participación en concreto, dado que la conducción de ese momento no los proporcionaba, ni tampoco aportaba el contenido político necesario para el crecimiento del CENBA o el fortalecimiento de sus espacios; no se había caracterizado de manera clara a las autoridades del colegio; tampoco se había construido la Coordinadora de Estudiantes Secundarios activamente, ni se había fomentado la solidaridad con los demás colegios secundarios. La CEBA se planteó en su momento la necesidad de abrir y mejorar espacios de participación y decisión para fomentar la concientización y el espíritu crítico del movimiento estudiantil, forjando así un real CENBA, plural y democrático. Así conformamos el FEL, con la idea de que este frente de acción lograra potenciar nuestras políticas comunes para llevarlas a cabo en la realidad. El programa de los cuatro puntos delineaba una estrategia de lucha, el contenido que se le daría a la tarea del frente; y durante las vacaciones de verano y la primera mitad del año, pudimos, efectivamente, llevar a cabo una activa campaña de carácter combativo por la democratización y por el presupuesto público educativo, mientras que, al mismo tiempo, nuestros debates políticos internos crecían y nos enriquecíamos con la experiencia adquirida producto del trabajo con la UJS dentro del FEL.
Pero, día a día, el funcionamiento de éste fue decayendo. Notamos, ya desde el verano, diferencias en nuestras concepciones y creemos y confiamos en otras formas de desenvolvimiento de cara al movimiento estudiantil sobre la base de distintas concepciones acerca de éste y sus capacidades. Nuestra agrupación, que se define como conscientista, sostiene que es necesario fomentar la conciencia, la participación, la pluralidad y el compromiso de todos, a través de debates profundos canalizados en distintas instancias de lucha, para lograr un CENBA fuerte, que tenga como único representante y protagonista al propio movimiento estudiantil que le da vida. Nuestra función como agrupación, creemos, debe ser la de brindarle al movimiento nuestra interpretación política y proveerlo de una organización; darle las herramientas que tenemos a todos los estudiantes para que luego todos podamos luchar por una educación pública justa y efectiva.
En la práctica, muchas veces tuvimos diferencias con la UJS a la hora de aplicar nuestra política concientista, y no han faltado momentos en los que nos vimos condicionados por esta unión. Estas diferencias se capitalizaban en el FEL en largas discusiones (en general poco productivas), recurriendo al centralismo democrático cuando no se llegaba a consenso (votación interna de los integrantes del frente donde la postura de la mayoría es adoptada en la acción por todas las agrupaciones y miembros conformantes).
En esas ocasiones, el Frente no funcionaba como tal: se apoyaba una postura que en realidad sólo representaba a una de las partes (la que llevaba a más militantes a una reunión), subyugando a la otra, limitando su libertad de expresión, cuando nosotros entendíamos que hubiera sido mejor que cada agrupación pudiera presentar sus posturas por separado.
En un principio, las diferencias de posturas eran esporádicas, pero con el tiempo, los debates dentro del FEL se tornaron cada vez menos productivos. Más precisamente, durante la toma estas disidencias llegaron a su punto extremo. El FEL dejó de funcionar orgánicamente, y esto se vio cuando nuestra corriente y la UJS-PO llevaron posturas distintas a la mayoría de las asambleas y comisiones. Las iniciativas tenían el mismo fin estratégico (la lucha por la democratización) y actuaban en función de un programa básico en común, pero la interpretación y aplicación que cada uno hizo del programa común, reflejada en las tácticas y en las formas, nos llevó a tomar caminos separados en cuestiones fundamentales. Por ejemplo, a la hora de permitir o no el ingreso de González Gass al colegio, ambos teníamos presente la independencia del Centro de Estudiantes como principio. Sin embargo, nosotros no creímos que permitir su ingreso significase resignar esta independencia, sino actuar de modo de no cortar de raíz todo lazo de relación, real o potencial, con respecto a los docentes. Sabemos que para que la democratización sea real y efectiva, tiene que existir una real relación entre docentes y alumnos, siendo este también uno de los puntos del programa del FEL (la unión docente-estudiantil). Entendemos que muchos docentes responden directamente a los intereses de las autoridades, pero entendemos también que la relación entre aquellos docentes con los que teníamos un lazo –mínimo o no-, terminó disuelta innecesariamente.
Luego de la toma, desde la CEBA creemos que la labor del FEL ha concluido, puesto que a esta altura continuarlo significa imposibilitar nuestro desarrollo como agrupación. Es a través de la construcción del camino que hemos determinado desde nuestra definición de concientistas que seguiremos, y rescatamos como una importante experiencia nutritiva politica la que ha atravesado la CEBA en el transcurso de los lazos formales con la UJS. Pero ahora consideramos indispensable lo siguiente y por eso es que expresamos nuestra intención de romper el FEL. Ante este hecho, los militantes de la UJS decidieron adueñarse del nombre del FEL, sobre la base del mismo programa de los cuatro puntos, a partir de sus militantes y nuevos independientes que se sumaron a su camino. La CEBA no ha abandonado su lealtad a los cuatro puntos que en su momento constituyó como parte del programa político del FEL junto con la UJS, pero mantiene grandes diferencias, incluso en el marco de estos puntos, como para seguir juntos bajo la misma organización, perpetuando una unión que ya no tendría razón de ser. La CEBA continuará como una agrupación completamente autónoma, y también lo hará este aparentemente refundado FEL, conformado por UJS-PO + Independientes.
Más allá de toda discordia, nuestro balance de este ciclo es positivo. Creemos que la unión fue muy productiva durante gran parte de su existencia. El FEL sentó las bases y el contenido político necesario para discutir en profundidad las problemáticas que afronta nuestro colegio y la educación pública en general; impulsó la lucha por la democratización, trabajó por el crecimiento de la CES como ente masivo y combativo, se enfrentó a las autoridades cuando fue necesario. Nuestra agrupación tuvo la oportunidad de madurar y crecer internamente para lograr, al mismo tiempo, el crecimiento constante del CENBA, ya que la participación y el compromiso activo de los estudiantes van en ascenso gracias al aporte que todos hemos hecho a esta lucha desatada por la defensa de la educación en diversos planos y aspectos.
También tenemos una autocrítica importante que hacernos en cuanto a nuestro trabajo como parte de la conducción: los espacios de debate del CENBA han resultado en ocasiones insuficientes; muchos compañeros nos han acercado esta queja y la tomamos como válida. Tendremos muy en cuenta este aspecto en el resto del año, puesto que consideramos que el debate constante y real es una base fundamental para la elaboración de una conciencia crítica que apueste a la decidida lucha por sus reivindicaciones.
A partir de la ruptura del FEL, entramos en una etapa superadora. La CEBA seguirá trabajando para que las fuerzas adquiridas no se pierdan, para continuar con la lucha y seguir aportando al crecimiento de nuestro movimiento para lograr un CENBA fuerte que luche por sus reivindicaciones y causas. Ante esto reconocemos la unidad de acción como factor vital en la entraña de nuestro centro, y es por esto que jamás nos negaremos a discutir con las demás agrupaciones, de cara a profundizar los debates y decidir en conjunto cuáles serán las vías que afrontaremos.
Confiamos en el espíritu de lucha de la UJS, que a partir de ahora seguirá su camino sin nosotros, sin lo que fue el Frente de Estudiantes en Lucha. Saludamos a las nuevas fuerzas militantes que se van consolidando gracias al proceso vivido durante la semana de lucha, y a todos aquellos que siguen luchando.
C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires
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