18 jun 2008

Construyamos la CES

La situación de los colegios secundarios no da para más. La falta de presupuesto se evidenció una vez más con la llegada del frío: muchísimos colegios de la capital no tienen gas. Aún peor, colegios como el Belgrano, el Esnaola o el Normal 4 tienen problemas edilicios; sin mencionar, el estado del Mariano Acosta donde el año pasado se les cayó por segunda vez el techo de un aula. La política presupuestaria del gobierno de Macri y de los Kirchner hacia la educación está mal fundada desde sus cimientos, y esto se expresa en la amenaza constante de derrumbe de los techos de nuestros colegios.

Ante esto los estudiantes salieron a las calles nuevamente. Muchos de ellos sorteando las trabas que les imponían las autoridades de su colegio, e incluso sin tener un centro de estudiantes organizado. Al comprender la necesidad de generar un movimiento fuerte y único, estos colegios se nuclearon en la Coordinadora de Estudiantes Secundarios, desde la cual surgió un plan de lucha que consistió en cortes de calles y la gran marcha de las frazadas. La (ridícula) respuesta del representante del gobierno de Macri fue que los estudiantes realizáramos un relevamiento de la situación en cada colegio y que se lo enviásemos por mail.

Ante semejante respuesta se convocó a una concentración en la puerta de la jefatura de gobierno que incluía un fogón simbólico. Se realizó, allí, una asamblea donde los estudiantes mostraron su descontento y expresaron la necesidad de tener una reunión con un funcionario de alto rango del gobierno. Sin embargo, en un momento donde la unidad democrática en la lucha entre los secundarios presentes era fundamental apareció la postura –impulsada principalmente por la Unión de Juventudes por el Socialismo-PO- de no realizar el fogón ya que éste había motivado la inasistencia de algunos colegios como el Normal 8. A pesar de esta justificación, en realidad durante el debate la UJS se empeñó en trabar la concreción de la medida argumentando el “peligro de la represión” ante el inofensivo fueguito y haciendo eje en él. Esto no sirvió más que para sembrar un ficticio peligro, y en consecuencia promulgar el miedo, lo que concluyó por dividir en nuevas fracciones a los secundarios allí presentes.

Aún con esta amenaza, y hastiada de no recibir respuestas concretas, la asamblea se pronunció ampliamente a favor de realizar el fogón si la reunión no nos era concedida. Luego de idas y venidas en los distintos centros de estudiantes, y aquí aclaramos que vemos realmente como algo muy positivo el que se halla concretado la asamblea en el claustro central que impulsamos porque ésta daba lugar a la amplia participación de un importante sector de estudiantes del turno tarde que no había podido asistir a la concentración desde un principio, se realizó una segunda asamblea.

En ella se anunció la propuesta de una reunión con un asesor tercerizado, que, por supuesto, fue rechazada. Así se reabrió el debate del fogón y se pretendió esterilizar el nuevamente mayoritario mandato a favor de la medida, pero los estudiantes lo realizaron de todas formas. Como era de esperarse, Macri no se arriesgó a reprimir a jóvenes de 16 años, lo que hubiese puesto a la opinión pública muy en su contra, e incluso el fuego fue extinguido prácticamente con una manguera de riego.

Desde la Corriente Estudiantil del Buenos Aires, entendemos que el primer gran error fue el de inspirar en los estudiantes un temor injustificado. Pero, más allá de eso, creemos que fue correcto el haber realizado el fogón porque éste simbolizaba el descontento de los secundarios ante las constantes negativas del gobierno y simbolizaba a la vez nuestra poca predisposición a cumplir con la pauta de retirarnos de lugar, vaciando la concentración sin un gesto de disconformidad y protesta aparente. Si bien este acto ocasionó una primera división –al haber colegios que se negaron a asistir-, el no hacerlo hubiese sido dividir al movimiento nuevamente. No sólo eso, sino que además hubiese sido una inmensa desmotivación para los estudiantes que sí se habían movilizado y que estaban resueltos a tomar esa medida. De todos modos, el tedio producido por el inútil estiramiento del debate produjo esta división en parte.

Repudiamos, además, las divisiones ocasionadas por estos incidentes, y el fuerte rechazo de varios de los colegios hacia la CES, confundiendo a la organicidad de esta Coordinadora en su totalidad con una de las corrientes que en ella interviene ¡No perdamos de vista que nuestros enemigos son los detractores de la educación, y no nuestros compañeros! Con ellos podemos diferir en varios aspectos sin que esto altere el triunfo de nuestras reivindicaciones en tanto y en cuanto siempre halla una relación democrática en la toma de decisiones dentro de nuestro mismo cuerpo de coordinación!


Tenemos que continuar con la tarea de la consolidación de un movimiento secundario que se sostenga en base a la democrática unidad en la lucha para ser mas fuertes frente al gobierno de Macri y los Kirchner. ¡Construyamos la Coordinadora de Estudiantes Secundarios entendiendo que sólo la movilización independiente del gobierno nos llevará al triunfo de nuestros reclamos y comprendiendo la necesidad de golpear mas fuerte que nunca y con un solo puño!


¡Vayamos todos al congreso de la CES este Sábado 21 a las 13 hs en la puerta del colegio!


C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires

16 jun 2008

Gacetilla de la Corriente Estudiantil del Buenos Aires (CEBA)

POR UNA PERSPECTIVA SOCIAL
La CEBA es una corriente estudiantil interna del colegio que persigue intereses y objetivos mayores a los que les indica su propio ámbito. El colegio no es un fin último, aprender por aprender no es la meta, si no que más bien es la plataforma que nos propulsará de lleno al sistema productivo insertándonos antes algunos conocimientos para, en un futuro, cumplir de modo más eficiente con las demandas de la producción económica de la cual seremos herramienta.

Dado que además de estudiantes somos jóvenes, liberándonos esta ultima condición de algunas responsabilidades familiares, civiles, etc., cumplimos un papel muy importante en la estructura general ya que somos el porvenir de la misma.

Hoy somos el elemento prematuro que se alimenta de los frutos de la sociedad y, por tener menos ataduras –además de que nuestra imaginación y esperanzas no están agotadas-, tendríamos todos que ser capaces de vislumbrar claramente la realidad, cuestionarla y
PONER EN MARCHA UN PROYECTO EMANCIPADOR DE CAMBIO.

Nos ‘preparan’ para que el día de mañana seamos el fruto y también el propio árbol, es decir, para que mañana sostengamos esta estructura alienante que, por exigencias ajenas al individuo, somete y condiciona a las mayorías en función del beneficio excluyente de las minorías privilegiadas. Precisamente, de las peores cosas que tiene esto, se desprenden las graves desigualdades que se dan en los distintos estratos sociales: el parasitismo que un sector social mínimo, pero poderoso, ejerce sobre el resto de la población a fuerza de presionarla y socavarla. Porque, para colmo, bajo una bonita fachada, ocultan una realidad inminente –la que exige un cambio social profundo- mediante la desinformación de los medios de comunicación, entre otros. Viven queriéndonos engañar con todos los recursos de los que poseen: el entretenimiento vaciado, el embobamiento, las ‘noticias’ que no tienen una pizca de relevancia social. Muchos de esos ‘avances’ de todo tipo (en el marco de una lógica ajena) son mostrados como si en verdad fueran algo digno de ser atendido. Elementos de distracción, puras payadas de su circo de la realidad.

Siguiendo con la metáfora, podemos ver a las bonitas flores de la copa del árbol, a las que más les llega el sol, pero hemos de saber que éstas no están ahí sino por las mucho mas numerosas raíces que se encuentran ignoradas, marginadas de la luz y el aire, bajo tierra.

Aunque el promedio de nosotros –alumnos del colegio- esté situado socialmente en una posición económica bastante ‘óptima’, tenemos que caer en la cuenta de que la sangre, la lagrima y el sudor de muchos está por detrás de estos beneficios; que ante cualquier manifestación de disconformidad aplican una represión que es doble, tanto mental como material: tenemos a nuestra disposición varios ejemplos de lucha que son aplastados con las fuerzas de la opresión capitalista.

No queda otra salida que organizarse para combatir concientes, y concientizando, contra el capitalismo salvaje que sufre la humanidad hace siglos, y en favor de los verdaderos intereses y necesidades del pueblo.

Nosotros planteamos la necesidad de vencer esta educación al servicio del sistema, creemos que, con las herramientas que puede tener al alcance el joven, es necesario construir una educación social alternativa. En lo que es más cercano, apuntamos, desde ya, a una educación laica y, sobre todo, a una educación verdaderamente pública al servicio del pueblo y no al de los intereses monopólicos de una clase dominante.

Por supuesto que además, en el plano de nuestro colegio, reconocemos el alto nivel educativo académico-‘enciclopédico’ del que los estudiantes gozamos (aunque en decadencia los últimos años). Creemos que hay que defenderlo y mejorarlo, y por ello hemos de ampliar sus barreras para que este deje de ser un privilegio nuestro y pase a ser parte de una educación igualitaria a nivel nacional y en pos una conciencia social verdadera.

Algunos dirán “primero lo primero” y por eso mismo nosotros además de debatir acerca de un proyecto emancipador total, intervenimos en el plano interno del colegio, en lo sindical, se puede decir.
"Luchar, fracasar, luchar de nuevo, fracasar de nuevo, volver a luchar, y así hasta la victoria: esta es la lógica del pueblo, que tampoco marchará jamás contra ella." Mao Tse Tung

DEMOCRATIZACIÓN
Todos sabrán que el CNBA depende del la Universidad de Buenos Aires, regida por su Consejo Superior. Actualmente nos encontramos con una situación bastante convulsionada dentro de la universidad ya que, por ejemplo, varias facultades tienen reclamos base como el de la titularización docente. ¿Por qué? Bueno, no sólo porque eso garantiza una estabilidad laboral mucho mayor para quienes allí trabajan, lo cual es imprescindible, sino también porque aquel Consejo Superior que la gobierna hoy es resultado del voto de una ínfima parte de los trabajadores de la UBA, ya que es sabido que alrededor del 96% de los docentes son interinos (contratados por año y sin facultades para votar). Así es que este Consejo Superior es muy poco representativo y, en ese sentido, algo nefasto, porque ni siquiera plantea ampliar sus bases titularizando mediante concursos sino que, por lo contrario, mantiene la misma situación precaria para con los docentes. A la vez, este panorama funciona como una especie de chantaje político en el cual a los docentes les resulta muy difícil el manifestarse, por ejemplo, ya que dependen año tras año de la firma del rector (al cual, por este motivo, dado el caso “conviene” no enfrentar). En la otra punta, también advertimos la presencia de profesores sin ningún tipo de respaldo profesional, muchas veces retrasando la transmisión de conocimientos, ejerciendo en el colegio o en las facultades con la firma cómplice de las autoridades que los ‘acomodan’.

Exigimos concursos para los docentes de la UBA como para los del CNBA, así es que dejaremos de ver a profesores ineficientes y acomodados dando cátedra en los establecimientos. Superando los concursos, docentes calificados en materia de contenidos y pedagogía quedarían titularizados obteniendo la estabilidad laboral necesaria, ganando el derecho limpio a manifestarse sin miedos ni presiones por sus eventuales reclamos, para poder educar y enseñar en regla, y bajo condiciones justas.

Retomando la problemática del Consejo Superior, del cual dependemos directamente, es vital que nosotros podamos intervenir en él. Esto sólo se puede lograr abandonando nuestra condición de ‘dependencia’ para pasar a adquirir el carácter de una Unidad Académica. Es menester poder interpelar allí para que no se sucedan injusticias como la pretendida venta de nuestro campo de deportes a la Corporación Puerto Madero por parte de ese Consejo Superior que nos gobierna para ponernos en venta y en politica general privatizar la educación, pero que no nos contempla para darnos condiciones dignas de estudio, lo que se evidencia, por ejemplo, en los múltiples problemas edilicios del colegio.

Como si fuera una cadena, para democratizar la universidad, tenemos que democratizar nuestro colegio. Para intervenir en el consejo superior de la UBA (sobre todo en aquellas cuestiones que nos son absolutamente propias), tenemos que poder intervenir en nuestro colegio. Para ser una Unidad Académica, tenemos que tener nuestros propios Consejos Directivos del CNBA.

Bajo ese nuevo órgano, los Consejos Directivos, todas las decisiones del colegio serán tomadas por los tres claustros que lo componen, de manera conjunta y equilibrada. Ese órgano será el que asigne un rector subordinado al propio Consejo Directivo para que él gobierne según nuestros intereses, los de la educación al servicio de quienes trabajan por ella y de quienes la reciben. Éste, será el órgano que promueva tal o cual proyecto, el que revise los programas de estudio, el que administre el presupuesto interno del colegio, etc. Además, y es muy importante destacar esto, si el colegio fuera regido por sí mismo, por sus docentes, no docentes y estudiantes, dándole combate a la política privatista dominante, quedaría en gran parte librado del juego de tensiones que se da entre las camarillas enquistadas en la universidad, grupos políticos que se disputan el dominio de la caja universitaria, principalmente.
"Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fanstasía." Lenin

EN EL COLEGIO…
Hace bastante tiempo que los estudiantes venimos notando que las decisiones que nos afectan directamente son tomadas sin consultarnos en forma alguna. La mayoría de nuestros reclamos, además, son rechazados o ignorados sistemáticamente por las autoridades, desvalorizando totalmente nuestros intereses, cuando somos nosotros, junto con los docentes, el eslabón fundamental de la comunidad educativa, y a fin de cuentas hacia quienes está orientada la educación, su razón de existencia. No hace falta ir muy lejos para demostrarlo: este verano, cuando algunos compañeros se quedaron libres por una omisión del Colegio en la publicación de las fechas de examen, no quisieron escuchar nuestro reclamo, que no era menos que una fuerte critica a la política expulsiva del Colegio, y sostuvieron la negativa hasta que el CENBA se movilizó con una medida de lucha e hicimos una sentada en frente de rectoría. En los patios, en la fachada, estamos bajo un techo con gran peligro de caerse a pedazos, y las autoridades no hacen nada por solucionarlo mas que colocar unas vallitas enclenques o poner andamios de contratación privada, los cuales, vencido el pago por falta de presupuesto, serían retirados impunemente (como ha sucedido con la Iglesia de San Ignacio). Hoy en día vivimos una política expulsiva que resalta en las muchas falencias que poseen distintas competencias del colegio, como ser el funcionamiento en los departamentos, el método de evaluación, la exhaustiva carga horaria, la situación de quienes se quedan libres, la falta de ofrecimientos de ayuda efectivos tales como clases de consulta para todas las asignaturas, o el mismo Dep. de Orientación, y las autoridades no hacen nada en concreto por solucionarlo. Hoy en día tenemos planes de estudio que no se actualizan hace décadas (como es el ejemplo de Informática en la que se enseña un lenguaje de programación absolutamente desactualizado y que ya nadie usa), y las autoridades no hacen nada por solucionarlo. Y esto no es algo que nos afecte sólo a nosotros, sino que perjudica a toda la comunidad educativa. Para retomar un ejemplo, los docentes actualmente sostienen el reclamo básico de la titularización, para que los docentes interinos puedan obtener un mínimo de estabilidad laboral, ya que su continuidad en el Colegio depende de la firma anual del rector.

Éste y otros reclamos conforman una larga lista que, creemos, van en pos de una educación de mejor calidad para toda la comunidad educativa. ¿Cómo se pueden satisfacer estas necesidades básicas y las que surjan a futuro? ¿Cómo podemos ser escuchados y que se tengan en cuenta nuestros intereses? Desde la CEBA creemos que el medio con el que tenemos que poder contar para solucionar todos los problemas que tiene nuestro colegio, para tener una influencia real en la toma de decisiones, es la democratización. Necesitamos un Consejo Directivo con el que podamos hacernos escuchar y hacer valer nuestros intereses, para que no se nos siga pasando por arriba, para hacerle frente al deterioro general de la educación desde nuestro propio ámbito, y para alcanzar, finalmente, una educación pública y en buenas condiciones para todos los estudiantes.

LA EDUCACIÓN SE DERRUMBA
No está de más mencionar la otra grave crisis de carácter nacional que sufre toda la comunidad educativa. No podemos dejar de hacer mención a la situación crítica que estamos atravesando en este momento. Vivimos el derrumbe de la educación pública, como ya venimos insistiendo. Este derrumbe puede ser comprendido en su sentido literal y en un sentido más amplio. Es un derrumbe literal porque vivimos día a día con el peligro de que se nos caigan los techos, de que se desprenda la mampostería, de que nos falte el gas o de que se corte la luz y el agua. El estado de las sedes académicas de la UBA es desesperante: 10 de ellas, el Carlos Pellegrini incluido, tienen severas fallas en los sistemas de calefacción, y conexiones de electricidad, por lo que deberán pasar el invierno bajo un frío extremo; todo eso sin contar aquellas que poseen grietas donde se filtra el agua y se producen goteras, produciendo un avance grave de la humedad en techos y paredes. Particularmente, en nuestro colegio la fachada se viene abajo, los patios se mantienen vallados con percheros reciclados, y los desagües están tapados. Y esta situación no se da sólo en el ámbito universitario: hay más de 50 escuelas porteñas que se mantendrán sin gas durante todo el período invernal.

Se trata, por otra parte, de un derrumbe educativo en un sentido más amplio pues sigue faltando el presupuesto para empezar las reformas edilicias, sigue faltando presupuesto para ofrecer a los docentes un aumento justo, acorde al proceso inflacionario que vivimos día a día, sigue faltando presupuesto mientras desde el Gobierno Nacional de los Kirchner se regocijan del continuo superávit que viene gozando el Estado desde hace años.

Pero, ¿en qué aplican ese dinero? ¿En qué política social se ve reflejado? ¿En la educación? ¿En la salud? No, no lo vemos volver nuevamente al pueblo que gobiernan. Los vemos, en realidad, más atentos al pago de la deuda externa, o a la truchada del tren bala, que a la recompensación de la permanente deuda interna.

La educación es continuamente desvalorizada. Los profesores deben hacer malabares para vivir dignamente, pues viven yendo de un colegio a otro, dictando bastantes horas de clase en cada uno, mientras desde el gobierno nacional les niegan un aumento justo e inmediato de su salario. No olvidemos que muchos de los ayudantes que trabajan en el Colegio lo hacen ad-honorem, situación idéntica a la que viven los ayudantes de la UBA.

Se trata de un derrumbe, además, porque nos quieren quitar las becas y las viandas: el gobierno de la Macri intenta recortarlas en un 50%. Es que la tendencia hacia la privatización de la educación es real: podemos ver cómo la Ley de Educación Técnica promulgada por el gobierno de Cristina Kirchner establece que luego de los 6 años de cursada, momento en el cual el estudiante que egresa se recibe con el título de “Bachiller”, si se desea seguir estudiando, el estudiante estará obligado a pagar los años siguientes para, de ese modo, obtener un título de técnico calificado.

Es necesario afrontar todas estás situaciones interrelacionándolas y llegando a la comprensión de que los problemas de nuestro colegio no son inherentes a los problemas de otros, que la continua desvalorización de la educación publica se da para con todo el pueblo argentino.

PARTICIPACIÓN, PLURALIDAD, COMPROMISO

Habrán notado, tal vez, el gran parecido de nuestro nombre (CEBA) con el de la institución de la cual somos parte nosotros y ustedes (CENBA). La Corriente Estudiantil del Buenos Aires, así escrita, poco dice en su nombre sobre el contenido político que abarca (ya parcialmente desarrollado más arriba). Vale rescatar aquello que siempre estuvo vigente entre nosotros. Nos referimos, básicamente, a que esa ‘coincidencia’ que busca denotar la CEBA, se trata no menos que de una intención de ampliar los espacios de participación, de decisión, en el propio centro de estudiantes, cuando por naturaleza, se supone, están ya dados al ser el CENBA un cuerpo abierto. Podríamos definir a estas intenciones como una suerte de democratización del propio CENBA. Ahora, cuando hacemos uso del concepto de democratización del centro, no hacemos referencia a cosas abstractas o engañosas. Si no que más bien apuntamos a pluralizar y masificar el espacio de lucha de los estudiantes ofreciéndoles un impulso participativo a través de la concientización, -afianzando el compromiso común-, y siempre aportando desde nuestra propia perspectiva combativa, y haciendo eje en ella.
"No miremos, pues, nunca atrás, miremos siempre hacia adelante, porque adelante está nuestro sol y nuestra salvación; y si es permitido, si es útil y necesario volver nuestra vista al estudio de nuestro pasado, no es más que para comprobar lo que hemos sido y lo que no debemos ser más, lo que hemos creído y pensado y lo que no debemos creer ni pensar más, lo que hemos hecho y lo que no debemos volver a hacer."
Bakunin


Llamamos a todos los estudiantes a debatir con nosotros algunos de los puntos que esta gacetilla nombra, a profundizarlos, a aportar con nuevos, y a ser parte de nuestra Corriente Estudiantil para, juntos, encender como nunca esta entraña viva del CENBA.

C.E.B.A.
Corriente Estudiantil del Buenos Aires